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Parte I- Por qué los niños experimentan arrebatos emocionales y cómo afrontarlos.
Los arrebatos emocionales son cambios rápidos en las expresiones emocionales en las que se producen emociones y sentimientos exagerados o intensos.
El llanto es una emoción normal a cualquier edad, especialmente cuando se siente abrumado por sentimientos intensos como el estrés, la ira, el miedo o la alegría. Sin embargo, algunos niños lloran más que otros. También puede notar que los mismos niños se ponen furiosos, frustrados o emocionados con facilidad en comparación con sus compañeros. Se dice que esos niños tienen arrebatos emocionales.
¿Por qué los niños tienen arrebatos emocionales? Es común que los niños experimenten arrebatos emocionales, especialmente si es su único medio de comunicación. Los niños de entre 1 y 3 años tienen más probabilidades de tener berrinches y crisis emocionales. Estos niños se vuelven locos cuando se sienten frustrados, pero no pueden comunicarse eficazmente con sus padres o cuidadores. Otros tienen arrebatos cuando se sienten inseguros acerca de algo o alguien o no quieren hacer algo que se les ha pedido que hagan. Cuando se expresan de una manera socialmente aceptada, los problemas de ira o los arrebatos emocionales son emociones normales y saludables. Es vital medir el nivel de gravedad de su hijo para determinar si sus reacciones son normales o no. Es recomendable ignorar los arrebatos de su hijo si son bajos. Sin embargo, si son regulares e incontrolables, puede haber un problema subyacente.
Algunas de las causas importantes de los arrebatos emocionales regulares entre los niños incluyen:
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH):
Los estudios muestran que la mayoría de los niños que presentan arrebatos emocionales graves también cumplen con los criterios del TDAH. La mayoría de los síntomas del TDAH, como la incapacidad para concentrarse, la falta de paciencia y la incapacidad para tolerar el aburrimiento, pueden desencadenar la agresión. Esto significa que tendrá que tratar el TDAH de su hijo para que supere los arrebatos emocionales.
Ansiedad:
La ansiedad contribuye significativamente a los arrebatos emocionales entre los niños. Un niño con problemas de ansiedad puede reaccionar de forma exagerada con grandes arrebatos emocionales ante cualquier situación que provoque estrés o ansiedad. Los niños con antecedentes de trauma y negligencia o discapacidades de aprendizaje también pueden ponerse a la defensiva y agresivos cuando se enfrentan a situaciones dolorosas o incómodas.
Problemas de aprendizaje:
Si su hijo sigue portándose mal durante la tarea o la escuela, es probable que tenga una discapacidad de aprendizaje no diagnosticada. Un niño con un trastorno del aprendizaje puede irritarse o frustrarse rápidamente durante el aprendizaje. ¡Entonces, pueden iniciar un conflicto con otros niños o crear una situación para desviarse de su problema real!
Autismo:
Un niño con autismo es propenso a tener arrebatos emocionales regulares. Los niños con autismo tienden a ser más rígidos. Como tal, no aprecian los cambios repentinos. Cualquier cambio inesperado los desencadena, y el hecho de que no puedan comunicarse de manera efectiva, terminan teniendo arrebatos emocionales.
Problemas de procesamiento sensorial:
Las cosas que pueden parecer normales pueden resultar abrumadoras para un niño autista o con TDAH. Por ejemplo, los lugares llenos de gente, el ruido o el calor excesivo pueden provocar que un niño tenga problemas sensoriales, estrés o ansiedad y, finalmente, arrebatos emocionales inconsolables.
Oso de peluche abrazando niño
Cómo sobrellevar los arrebatos emocionales de su hijo:
Mantén la calma:
Escuche con calma las rabietas de su hijo y evalúe el nivel de gravedad. Tenga en cuenta que los arrebatos emocionales extremos pueden ser un peligro para su hijo y las personas que lo rodean. Maneje la situación con calma para educar a su hijo sobre cómo manejar las situaciones desafiantes. Al modelar el control emocional, usted también ayuda a su hijo a calmarse.
¡Mantente tranquilo pero firme!
Lo peor que puede hacer por un niño con arrebatos emocionales es ceder a sus demandas. Desafortunadamente, muchos padres ceden a las demandas de sus hijos de poner fin a la rabieta. Esto solo allana el camino a episodios más dramáticos en el futuro, ya que el niño se da cuenta de que siempre obtendrá lo que quiere. Hablar con su hijo sobre formas proactivas de lidiar con los grandes desencadenantes emocionales prepara el escenario para tener más éxito en el futuro.
Recompensa las expresiones de enfado positivo
Enseñe a su hijo habilidades de control de la ira y recompénselo cada vez que exprese su enfado Elogie la forma en que manejaron un problema en el pasado y anímelos a mantener ese comportamiento.
¿Cuándo debe preocuparse por las rabietas o los arrebatos emocionales de su hijo? Es habitual que su hijo experimente algún nivel de arrebatos emocionales de vez en cuando, pero debería generar cierta preocupación si observa los siguientes signos: • Si los arrebatos emocionales y las rabietas de su hijo ocurren cuando tiene aproximadamente 7 u 8 años de edad. A esta edad, se espera que su hijo haya desarrollado mejores habilidades de comunicación y expresión de enojo.• Si los arrebatos son demasiado agresivos y representan un peligro para el niño y las personas que lo rodean• Si hay informes de la escuela de que su enfado está fuera de control o le impide llevar a cabo la rutina • Si su hijo tiene dificultades para interactuar con otros niños, hasta el punto de quedar excluido de las actividades de los niños, como las fiestas de cumpleaños y las citas de juego.• Si sus arrebatos emocionales perturban la vida familiar y causan conflictos en el hogar.• Si su hijo se siente mal porque no tiene el control de sus emociones, los hace sentir mal consigo mismos.
Pensamiento final:
Independientemente de la causa, los médicos creen que los arrebatos emocionales se pueden controlar cuando entendemos sus desencadenantes y elaboramos estrategias para alterar el entorno para minimizar las incidencias. Los padres desempeñan un papel importante en el cambio del entorno de sus hijos para reducir la incidencia de la ira. Una de las maneras más efectivas de modelar el buen comportamiento y el autocontrol de su hijo es mostrarle que usted tiene el control.
Recuerde que aprender a controlar los arrebatos emocionales requiere muchas habilidades y conciencia de que su hijo aún podría desarrollar. Por lo tanto, además de ser paciente y tranquilo, es posible que deba ofrecerle a su hijo apoyo adicional para que pueda manejar sus arrebatos emocionales.
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