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Guía para padres: Cómo detectar el acoso en línea por parte de su hijo

Discover comprehensive resources and expert insights on fostering online safety within education. From cyberbullying prevention to data privacy, explore strategies to safeguard students, parents, and educators in the digital realm.

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En respuesta a la creciente preocupación de los padres con respecto a la intimidación y el acoso en línea, cada vez se pide más ayuda a nuestro equipo. Esta guía constituye uno de los cuatro artículos dedicados a abordar este tema de manera integral. Cada entrega profundiza en los distintos aspectos del acoso al que pueden enfrentarse los niños, ya sea en el patio de la escuela, entre compañeros o en línea, incluidos los ciberataques y otras formas de agresión digital.

Con la información recopilada por nuestro panel de expertos, estos recursos tienen como objetivo capacitar a los padres, tutores y educadores con los conocimientos y las herramientas necesarios para identificar y combatir el acoso de manera efectiva.

Antecedentes

En el pasado, el acoso se producía principalmente dentro de los límites de los patios de las escuelas o los grupos sociales, pero la llegada de las plataformas en línea ha transformado el panorama por completo.

Hoy en día, el acoso en línea iguala la velocidad de las formas tradicionales y, a menudo, la supera, gracias a la naturaleza instantánea de la comunicación digital. Además, la accesibilidad generalizada de Internet significa que los casos de acoso en línea pueden aumentar rápidamente y llegar a un público mucho más amplio en unos instantes».

Esta rápida proliferación del acoso en línea representa un desafío importante para los padres, tutores y educadores, quienes deben adaptarse a un entorno digital en constante evolución.

A diferencia del acoso tradicional, que puede haberse limitado a lugares o momentos específicos, el acoso en línea puede ocurrir en cualquier momento y a la velocidad de la luz, lo que difumina los límites entre la vida familiar y escolar. Por ello, es fundamental que los adultos se mantengan informados sobre las últimas tendencias y tecnologías para apoyar y proteger eficazmente a los niños de los efectos dañinos del acoso en línea.

Fundación: Comprender el acoso en la era digital

El acoso en línea, a menudo denominado ciberacoso, se ha convertido en un problema claramente diferente del acoso tradicional en persona. Este es un desglose de lo que hace que el acoso en línea sea único y por qué es motivo de preocupación.

Omnipresencia

El acoso en línea difiere del acoso presencial principalmente por su alcance y persistencia. Si bien el acoso tradicional termina cuando termina la jornada escolar, el ciberacoso puede seguir a una persona hasta su casa e invadir espacios que antes se consideraban refugios seguros. Las plataformas de redes sociales, los mensajes de texto y el correo electrónico permiten que los mensajes o imágenes dañinos circulen y accedan a ellos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sin dar respiro a la víctima. 1

Anonimidad

Internet ofrece un manto de anonimato que el acoso tradicional no se permite. Los acosadores pueden esconderse detrás de perfiles falsos, disfrazar su identidad y dañar a otros. Este anonimato puede alentar a las personas a decir o hacer cosas que no podrían decir en las interacciones cara a cara, lo que a menudo agrava la gravedad de sus acciones.

Público versus privado

El acoso tradicional a menudo ocurre lejos de la supervisión de un adulto, en rincones apartados de los terrenos de la escuela o en el autobús de regreso a casa. Por el contrario, el acoso en línea puede ocurrir a la vista de una audiencia potencialmente global. Una publicación hiriente puede volverse viral, extenderse mucho más allá del patio de la escuela y agravar la vergüenza, la angustia o la vergüenza de la persona objeto de la campaña.

Documentación y permanencia

El ciberacoso implica contenido digital, del que puede ser más difícil escapar o borrar. Los mensajes, vídeos o imágenes dañinos pueden ser capturas de pantalla y guardarse o compartirse repetidamente, lo que convierte un momento efímero de vergüenza en un registro digital potencialmente permanente. Esta permanencia puede afectar las admisiones a la universidad, las oportunidades laborales y las relaciones personales en un futuro lejano.

Detectabilidad

Detectar el acoso en línea puede ser más difícil para los padres, maestros y tutores que reconocer los incidentes de acoso cara a cara. Sin pruebas físicas ni sin estar al tanto de las interacciones en línea de un niño, es posible que los adultos desconozcan el daño continuo a menos que el niño alce la voz.

Independientemente de la forma que adopte, el acoso es perjudicial y requiere atención y acción inmediatas. La comunicación abierta entre niños, adolescentes y adultos es vital para abordar y combatir eficazmente el acoso tradicional y en línea. Reconocer las señales y comprender los desafíos únicos del acoso en línea es el primer paso para crear un entorno más seguro para todos en la era digital.

Señales de que su hijo podría ser un acosador cibernético

Entender si su hijo podría estar acosando a otros en línea

Los entornos en línea a menudo sirven como extensiones de nuestras interacciones sociales cotidianas. En vista de esto, se convierten en espacios cruciales para observar el comportamiento de los niños hacia sus compañeros. La transición de los espacios físicos a los ámbitos digitales no cambia necesariamente la dinámica central del acoso; sin embargo, puede hacer que identificar dichos comportamientos sea más difícil para los padres.

Señales que podrían indicar un comportamiento intimidatorio

Comportamiento o lenguaje agresivos durante las interacciones en línea: Preste atención a la forma en que su hijo habla de otras personas en línea o durante las sesiones de juego. Si usan un lenguaje despectivo o muestran un comportamiento agresivo, podría ser una señal de que están siendo acosados.

Posesión repentina con los dispositivos: si tu hijo comienza a proteger demasiado su privacidad digital y quiere proteger sus actividades en línea de ti, es un indicio significativo de que podría estar participando en conductas que sabe que no aprobarías, incluido el acoso.

Observar los cambios en los círculos sociales o, más acertadamente, «monitorear sus círculos en las redes sociales»: si bien es esencial fomentar la comprensión de la privacidad y el respeto por parte de nuestros hijos, vigilar atentamente sus actividades en línea es crucial para guiarlos de manera efectiva en esta esfera digital. Presta mucha atención a la forma en que hablan con sus amigos y compañeros. Un cambio repentino en los círculos sociales o el uso de un lenguaje despectivo hacia otras personas pueden servir como indicadores de interacciones negativas en línea.

Uso frecuente de varias cuentas o aplicaciones: controle la cantidad (sí, puede monitorear) de cuentas y aplicaciones de redes sociales que utilizan. El uso de varias plataformas o cuentas puede ser una forma de intimidar a otros sin que sea fácil rastrearlos.

Risa o satisfacción inexplicables por las interacciones en línea: Observe si su hijo muestra alegría o satisfacción por sus interacciones en línea sin un contexto positivo claro. Podría indicar una alegría derivada de la incomodidad o la vergüenza de los demás.

Pasos para abordar las sospechas de comportamiento intimidatorio

Abra un diálogo: inicie una conversación sobre la amabilidad y el impacto de nuestras palabras y acciones en línea. Es fundamental no acusar, sino investigar y discutir.

Educa sobre el impacto del acoso: A veces, los niños no se dan cuenta del daño real que pueden causar sus acciones en línea. Es fundamental educarlos sobre las consecuencias que su comportamiento puede tener en los demás.

Supervise la actividad en línea con sensatez: si bien es importante respetar la privacidad de su hijo, es esencial tener un entendimiento compartido sobre el monitoreo de la actividad en línea. Se trata menos de espiar y más de guiarlos para que naveguen por el mundo en línea de manera responsable.

Establezca ejemplos de comportamiento positivo en línea: modele un comportamiento positivo en sus redes sociales. Muestre amabilidad, comprensión y cómo estar en desacuerdo sin faltarle el respeto.

Comunícate con profesionales si es necesario: Si el comportamiento de acoso persiste, la participación de los consejeros escolares o el asesoramiento profesional pueden brindar el apoyo necesario para cambiar los comportamientos.

Al mantener líneas de comunicación abiertas, monitorear la actividad en línea con un equilibrio de confianza y guiar a los niños a través de las complejidades de las interacciones digitales, los padres pueden desempeñar un papel fundamental para prevenir y detener el comportamiento de acoso en línea. Recuerda que el objetivo es fomentar la empatía y la amabilidad, valores esenciales tanto en el ámbito físico como en el digital.

Conversaciones constructivas sobre el ciberacoso

Ahora que hemos abordado los aspectos básicos del acoso en línea, es muy importante que hables sobre cómo mantener buenas conversaciones con tu hijo. Esto significa hablar con ellos sobre sus propias experiencias si han sido acosados y también sobre cómo podrían estar tratando a los demás en línea.

Abordar a su hijo como una posible víctima

Si sospecha que su hijo es víctima de ciberacoso, aborde la conversación con cuidado, sin acusaciones ni juicios. Asegúrales que es seguro compartir sus experiencias en línea. Simplemente pregunte: «¿Alguien ha sido poco amable con usted en Internet?» puede abrirles la puerta para que hablen. Haga hincapié en que está ahí para apoyar, no para castigar.

Sé transparente. Comparta un poco sobre la prevalencia del ciberacoso y señale que es un problema al que se enfrentan muchas personas; esto ayuda a normalizar sus sentimientos ante cualquier incidente. Anímelos a hablar abiertamente sobre cualquier encuentro sin temor a perder privilegios como el uso de dispositivos, que a menudo desalienta a los niños a hablar abiertamente.

También es necesario equipar a su hijo con las herramientas para manejar estas situaciones. Aconseje no interactuar con los acosadores y la importancia de documentar cualquier interacción perjudicial para denunciarla adecuadamente, ya sea a usted, a las autoridades escolares o, si es necesario, a las fuerzas del orden público.

Identificar a su hijo como un agresor potencial

Este escenario puede ser más difícil de manejar. Si tus observaciones o los informes de otras personas sugieren que tu hijo podría estar teniendo conductas de acoso, comienza la conversación sin acusarlo directamente. Usa las observaciones o las preocupaciones reportadas como punto de partida para iniciar la conversación, centrándote en entender su perspectiva. Por ejemplo, podrías decir: «He observado algunos comportamientos preocupantes en tus interacciones en línea. ¿Podemos hablar de esto?»

La educación es igualmente importante aquí. Hable sobre las consecuencias del ciberacoso, no solo para las víctimas sino también para los acosadores. Explora la empatía y la regla de oro de tratar a los demás como quieres que te traten, incluso en los espacios digitales.

Fomente la amabilidad y el respeto en línea, enmarcándolos no como una limitación sino como una forma de construir comunidades en línea más saludables y constructivas. Destaque historias o ejemplos en los que un comportamiento positivo en línea haya generado experiencias gratificantes para todos los involucrados.

Fomente un entorno digital saludable en el hogar

Tu comportamiento marca la pauta. Modele la conducta en línea que espera de su hijo; esto significa mostrar empatía, amabilidad y respeto en todas las comunicaciones en línea. Haga de este comportamiento un valor familiar, del que se hable abiertamente y con frecuencia.

Es crucial crear un diálogo abierto y seguro sobre las experiencias en línea dentro de la familia. Los controles periódicos sobre la vida digital deberían ser tan comunes como hablar sobre la escuela o los pasatiempos. Esto normaliza las conversaciones sobre las interacciones en línea y garantiza que su hijo se sienta cómodo buscándolo cuando tiene dilemas digitales.

Si bien es posible que sea necesario monitorear la actividad en línea de su hijo, trate de mantener el equilibrio. La intrusión excesiva puede romper la confianza. Guíelos para que establezcan sus propios límites y reconozcan cuándo y cómo buscar ayuda si sobrepasan esas líneas o son testigos de cómo sus compañeros están en apuros.

La implementación de normas familiares sobre el uso de los dispositivos, especialmente sobre no usarlos durante ciertos momentos familiares y antes de dormir, puede fomentar hábitos digitales más saludables y reducir la exposición a posibles encuentros de ciberacoso.

Abordar y combatir el ciberacoso exige una comunicación abierta, empatía y un enfoque conjunto dentro de la familia. Al reforzar estos principios, usted allana el camino para que su hijo navegue por los espacios en línea de manera exitosa y respetuosa.

Combatir el ciberacoso requiere fomentar un entorno de empatía y respeto en línea. Al mantener una comunicación abierta y dar ejemplos positivos de conducta digital, podemos crear un espacio más seguro para todos en la era digital. La clave está clara: combatir el ciberacoso requiere un esfuerzo colectivo para garantizar que prevalezca la amabilidad en nuestras interacciones en línea.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Qué es el acoso? El acoso se refiere a cualquier conducta no deseada que ofenda, intimide o humille a una persona. Puede ocurrir repetidamente y puede estar dirigido a características como la raza, el género, la religión, la discapacidad o la orientación sexual. ¿Cuáles son algunos ejemplos de acoso? Acoso verbal: insultar, insultar o propagar rumores. Acoso físico: golpear, patear, empujar o dañar las pertenencias de una persona. Acoso social: excluir a alguien de un grupo, difundir rumores o mentiras para dañar la reputación.Ciberacoso: acosar o intimidar a alguien a través de plataformas digitales como redes sociales, mensajes de texto o correos electrónicos. ¿Debo notificar a los padres o tutores cuando se sospecha que un sospechoso tiene un problema de acoso en línea? Se recomienda encarecidamente que los padres o tutores estén informados cuando un estudiante esté involucrado en el acoso en línea. Su participación es crucial para abordar el problema de manera efectiva y brindar apoyo tanto a la víctima como al agresor. ¿Qué pasa si no me siento cómodo avisando a los padres o tutores? ¿Con quién más puedo ponerme en contacto? Si te incomoda avisar directamente a los padres o tutores, puedes ponerte en contacto con otras autoridades pertinentes de la escuela, como un consejero, un psicólogo escolar o el coordinador antiacoso designado. Pueden brindarte orientación y apoyo para manejar la situación. No dejes que la incomodidad te impida buscar ayuda. Recuerda que ser víctima de acoso no es algo de lo que debas avergonzarte. ¿Qué pasa si no me siento cómodo avisando a los padres o tutores? ¿Con quién más puedo ponerme en contacto? Si sigues sintiéndote incómodo al ponerte en contacto con tus padres o tutores, considera la posibilidad de recurrir a recursos externos, como las fuerzas del orden locales, los servicios de protección infantil o una organización comunitaria de confianza que se especialice en la prevención e intervención del acoso. Pueden ofrecerte ayuda para abordar el problema y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad y el bienestar de los estudiantes involucrados. ¿Dónde puedo obtener información adicional para prevenir el acoso escolar? Estos son algunos recursos que pueden proporcionar información adicional para prevenir el acoso: [*] StopBullying.gov: PACER Center: [PACER Center: Prevención del acoso escolar en PACER Center pacer.org] [*] Centro nacional de prevención del acoso: [Centro nacional de prevención del acoso escolar ON PACER Center pacer.org]

Por último, recuerda: no estás solo.

Hay personas que pueden ayudarlo a lidiar con el acoso y la intimidación.

Detenga el acoso en el acto

Referencia:

Anderson M. La mayoría de los adolescentes han sufrido alguna forma de ciberacoso. Centro de Investigación Pew. 2018.

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