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A medida que comience el segundo mes de clases, es importante que continúe comunicándose con su hijo de primer grado.
Cuando ve a su hijo después de un día escolar, ¿qué es lo primero que pregunta? Probablemente sea «¿Qué tal tu día?» o «¿Qué tal la escuela?» Intenta cambiar un poco las cosas con preguntas diferentes.
Hágale saber a su hijo que usted es su mayor apoyo alentándolo a que priorice el descanso y establezca una rutina constante. Termine el día aumentando sus habilidades de alfabetización leyendo un libro juntos.
Este artículo describe cómo incorporar estas actividades en el segundo mes.
Regístrese con su hijo de primer grado
Haga preguntas que fomenten respuestas detalladas sobre el día escolar de su hijo. Intente decir «¿Ha pasado algo gracioso hoy?» o «¿Ya te ha sorprendido algo?» para descubrir momentos específicos o nuevas experiencias. Pregunte acerca de las cosas útiles que hizo su maestro para evaluar su percepción del aula. Para abordar las posibles inquietudes, pregunte: «¿Ha habido algo que te haya preocupado hoy en la escuela?»
Considera preguntar sobre experiencias sensoriales, como «¿Cómo olían las cosas en la escuela hoy?» Esto puede dar lugar a historias inesperadas sobre diversas actividades.
Elija un momento en el que su hijo descanse y esté receptivo a estas conversaciones, por ejemplo, después de un refrigerio o durante un tiempo de inactividad relajado. Este enfoque ayuda a fomentar la comunicación abierta y te mantiene conectado con su vida escolar diaria.
Prioriza el descanso y el sueño
Asegúrese de que su hijo descanse lo suficiente durante el primer mes de clases. Las exigencias de un aula de primer grado pueden ser significativamente diferentes a las que están acostumbrados, lo que puede hacer que se sienta más cansado de lo habitual. Controle las actividades extraescolares para evitar abrumar a su hijo. Considera reducir inicialmente su horario si es necesario.
Esté atento a los signos de fatiga, como aumento de la irritabilidad o dificultad para concentrarse. Estos pueden indicar la necesidad de más tiempo de inactividad. Establezca una rutina constante a la hora de acostarse, que incluya horas regulares para dormir y despertarse, incluso los fines de semana. Esto puede ayudar a regular su reloj biológico y mejorar la calidad del sueño.
Si tienes problemas para ajustar su horario de sueño, consulta recursos como HealthyChildren.org o habla con el pediatra de tu hijo para obtener consejos personalizados.
Equilibrar las tareas escolares con un descanso suficiente puede contribuir a la salud general y al éxito académico de su hijo.
Establezca rutinas matutinas y vespertinas
Cree rutinas claras por la mañana y por la tarde para ayudar a su hijo a hacer la transición sin problemas entre el hogar y la escuela. Por la mañana, establece actividades para que tu hijo participe cuando llegue a la escuela, como escribir instrucciones o realizar tareas STEM sencillas. Estas ayudan a empezar el día con calma y concentración.
Por la tarde, destina de 10 a 15 minutos para empacar y hacer la transición de regreso a casa. Este amortiguador ayuda a evitar las prisas de última hora y el posible estrés. Incluya una actividad tranquila, como una breve lectura en voz alta o un debate en grupos pequeños sobre los momentos más destacados del día, para ayudar a los estudiantes a relajarse.
La coherencia es clave. Refuerce estas rutinas todos los días para que se conviertan en algo natural para su hijo y le brinden una sensación de seguridad y control durante el día.
Participen en la lectura juntos
Leer juntos puede abordar los sentimientos de su hijo acerca de la escuela a través de historias con las que pueda identificarse. Elijan libros que se centren en diferentes aspectos de la vida escolar para entablar conversaciones significativas.
Algunos títulos recomendados incluyen:
«Los 12 días de primer grado» de Jenna Lettice
«Nerviosismo de primer grado» de Robert Quackenbush
«Una guía pirata para el primer grado» de James Preller
«Un nuevo año escolar: historias contadas en seis voces» de Sally Derby
Estos libros cubren temas como nuevas experiencias, ansiedades comunes y diversas perspectivas sobre cómo comenzar la escuela. Use las historias como puntos de partida para debates más amplios sobre la jornada escolar de su hijo. Pregúntales si pueden identificarse con algún personaje o situación, y qué consejos podrían dar basándose en sus experiencias.
Las sesiones de lectura regulares crean un espacio donde su hijo puede expresar sus pensamientos y sentimientos de manera segura. Esta práctica no solo apoya la alfabetización, sino que también fortalece la resiliencia emocional y ayuda a los niños a afrontar los desafíos del primer grado.
Al implementar estas estrategias, puede crear un entorno de apoyo que ayude a su hijo a afrontar el primer grado con confianza.
Mindell J.A., Williamson A.A. Beneficios de una rutina a la hora de dormir en los niños pequeños: sueño, desarrollo y mucho más. Sleep Med Rev. 2018; 40:93-108.
Seuss-Brakovich B, Kostich LM, DuPaul G. J. Los efectos de las intervenciones escolares para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad: un metaanálisis 1996-2010. School Psychology Review. 2012; 41 (4): 387-412.
Senechal M, LeFevre JA. La participación de los padres en el desarrollo de la habilidad lectora de los niños: un estudio longitudinal de cinco años. Child Dev. 2002; 73 (2): 445-460.
¿Cómo puedo animar a mi hijo a compartir detalles sobre su jornada escolar? En lugar de hacer preguntas generales como «¿Cómo estuvo la escuela?» , prueba con indicaciones más específicas, como «¿Ha pasado algo gracioso hoy?» o «¿Qué es lo que más te sorprendió?» Estas preguntas abiertas ayudan a obtener respuestas más detalladas sobre las experiencias de su hijo. ¿Qué debo preguntar si quiero saber qué opina mi hijo acerca de su maestro o del aula? Puede preguntar: «¿Su maestro hizo algo útil hoy?» o «¿Qué es lo que más te gusta de tu salón de clases?» Esto le permite comprender la percepción que su hijo tiene de su entorno de aprendizaje. ¿Cuáles son algunas señales de que mi hijo podría estar cansado o abrumado en la escuela? Esté atento a señales como la irritabilidad, la dificultad para concentrarse o una renuencia repentina a realizar actividades. Estos comportamientos pueden indicar que su hijo necesita descansar más o menos tiempo. ¿Cómo puedo ajustar el horario de sueño de mi hijo para que pueda hacer frente a las exigencias del primer grado? Establezca una rutina constante para acostarse y despertarse, incluso los fines de semana. De ser necesario, adapte gradualmente a su hijo el nuevo horario, si es necesario, y consulte recursos como HealthyChildren.org o al pediatra para obtener consejos si la transición es difícil. ¿Por qué son importantes las rutinas matutinas y vespertinas y cómo puedo implementarlas? Las rutinas proporcionan una estructura y ayudan a su hijo a sentirse más seguro y en control. Por la mañana, intente comenzar con actividades relajantes, como tareas STEM sencillas. Por la tarde, deje un tiempo de transición de 10 a 15 minutos para hacer las maletas y relajarse. ¿Qué libros pueden ayudar a mi hijo a procesar sus sentimientos acerca de comenzar el primer grado? Historias como «Los 12 días del primer grado», de Jenna Lettice, o «Los nervios del primer grado», de Robert Quackenbush, abordan las ansiedades y experiencias comunes en la escuela. Leer juntos brinda la oportunidad de hablar sobre cualquier inquietud que pueda tener su hijo de una manera segura y fácil de identificar. ¿Cómo puedo fomentar el amor por la lectura en mi hijo y, al mismo tiempo, apoyar su experiencia escolar? Reserve un tiempo de lectura regular para compartir historias que reflejen su vida escolar. Pregúnteles si se relacionan con algún personaje o evento, y fomente las conversaciones basadas en las historias para mejorar tanto la alfabetización como la comprensión emocional. ¿Cómo puedo saber si mi hijo se está adaptando bien al primer grado? La comunicación abierta y regular es clave. Si su hijo parece feliz, comprometido y dispuesto a hablar sobre su día, es probable que se esté adaptando bien. Por otro lado, si expresa preocupación o evita constantemente hablar sobre la escuela, es posible que necesite apoyo adicional. ¿Qué pasa si mi hijo parece ansioso o preocupado por la escuela? Usa preguntas como «¿Hubo algo que te haya preocupado hoy en la escuela?» para identificar preocupaciones específicas. Tranquilice a su hijo diciéndole que es normal sentirse inseguro a veces y que usted está ahí para ayudarlo. Leer libros relevantes juntos también puede ser reconfortante. ¿Debo limitar las actividades extraescolares para evitar abrumar a mi hijo? Sí, especialmente durante el primer mes de clases. Es importante lograr un equilibrio entre las actividades estructuradas y el tiempo de inactividad. Si tu hijo muestra signos de fatiga o agobio, considera reducir las actividades extracurriculares hasta que se adapte a su nueva rutina.